Los inversores además compraron bonos y acciones huyendo del peso; la brecha con el oficial ya casi llega a 78% y no cede la presión cambiaria.
El temor a una devaluación del tipo de cambio intensificó la demanda de divisas en el mercado paralelo e impulsó la cotización de todo tipo de activos financieros, que para los inversores sirven como cobertura. El dólar blue terminó así en un máximo de 9,20 para la venta , 26 centavos por encima de su cierre del miércoles.
Si bien desde el Gobierno salieron a desmentir en reiteradas ocasiones cualquier plan de devaluación del tipo de cambio antes o después de las elecciones de octubre, el mensaje no habría calado en la City porteña, donde además ayer se percibía cierta inquietud entre los inversores tras la votación en el Congreso por reforma de la Justicia .
«Nadie quiere estar en pesos», se sinceró ante LA NACION un operador bursátil, que pidió no ser identificado. «Hay mucho ruido y, ante la duda, los inversores están comprando bonos, acciones y dólares con tal de no estar en pesos», admitió.
De ahí que, además del dólar paralelo, también hayan subido ayer las acciones que cotizan en la bolsa local, al igual que los bonos denominados en moneda extranjera. El índice Merval, el principal del mercado local, escaló 2,28%, a 3685,6 puntos, mientras que bonos como el Bonar 2013 y el Global 17 ganaron 1,17 % y 1,55%, respectivamente.

«El blue subió mucho por la demanda de bonos contra pesos; en definitiva, son bonos que después se venden en el exterior a cambio de dólares», aseveró otro operador de una sociedad de bolsa, que pidió no ser identificado. El dólar de contado con liquidación, como se conoce informalmente en la City el tipo de cambio que surge precisamente de comprar bonos contra pesos para luego venderlos en el extranjero y recibir dólares, era ayer de 9 pesos.
Con el salto de ayer, el dólar informal acumula una apreciación de 57 centavos en la semana y de 77 en lo que va de abril. La brecha cambiaria entre el cambio oficial y el paralelo se amplió a 77,8 por ciento.
El que apostó al dólar
Sin techo aparente, para los inversores el blue sigue luciendo como una inversión rentable. Según estimó Gustavo Perilli, director de AMF Economía, quienes compraron billetes en el paralelo en marzo pasado «están obteniendo el máximo beneficio unitario, cercano al 12% mensual, mientras que quienes se dolarizaron hace un año, pese a promediar un módico 4,5% mensual, acumulan una rentabilidad cercana al 70% en términos reales tras un año de atesoramiento».
Y es que en el mercado advierten que, a medida que comiencen a llegar los dólares de la cosecha de soja, es posible que la cotización de la divisa en el circuito informal pegue otro salto. Ya que, al intentar hacerse de los dólares que ingresen en el país -para engrosar sus reservas-, el Banco Central (BCRA) indefectiblemente seguirá inyectando pesos al mercado. En lo que va del año, el BCRA lleva comprados US$ 800 millones, US$ 600 millones sólo en abril, pero las reservas internacionales registraron una baja de 3528 millones.
Para el economista y candidato de Pro, Carlos Melconian, el programa monetario oficial conducirá «irremediablemente» a un dólar paralelo de dos dígitos para fin de año, ya que la apreciación del dólar paralelo «está íntimamente ligada al aumento sostenido de precios». «Con una inflación acumulada del 200 por ciento y la tasa de devaluación del 60 por ciento, el aumento de los costos es y seguirá siendo muy alto», sentenció.
En la City, no obstante, los operadores descuentan que el Gobierno no modificará las políticas cambiaria y monetaria, al menos hasta después de las elecciones. Por un lado, porque frenar la inyección de pesos implicaría reconocer un freno en la actividad, y por el otro, porque una depreciación mayor del tipo de cambio podría perjudicar el resultado en las urnas.
Fuente: Diario La Nación