«El peligro de la Argentina es que destruya las instituciones que quedan»

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600x0_673961El economista Daron Acemoglu visitó Buenos Aires y explicó por qué las instituciones inclusivas son clave para el desarrollo económico. 

 

 

 

 

¿Por qué existe la desigualdad mundial? Muchos intelectuales han buscado una respuesta a lo largo de la historia. Algunos apostaron por la geografía, y creen que los territorios separan los estados ricos de los pobres. Otros –como el sociólogo alemán Max Weber- consideraban que la cultura y la religión sellaban diferentes resultados económicos entre los países. Los grupos étnicos y el clima entraron en este viejo pero no gastado debate.

Y no se gasta porque los profesores Daron Acemoglu del MIT y James Robinson de Harvard hurgaron sobre los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza en Por qué fracasan los países (2012), un bestseller de casi 600 páginas que acumuló elogios de premios Nobeles de Economía, aunque también fuertes críticas.

En su visita a Buenos Aires, el economista turco-estadounidense Acemoglu expuso el corazón de su teoría: la calidad de las instituciones explican la brecha entre los países. Una nación se desarrolla con instituciones “inclusivas” que generan equidad distributiva, igualdad de oportunidades y “respetan el derecho a la propiedad”. En cambio, fracasa cuando son “extractivas”, porque concentran recursos y poder en pocas manos.

“Muchos países pueden crecer con instituciones extractivas, pero no se producirá undesarrollo económico sostenido. Y ése es el caso de los países de ingreso medio como Argentina”, dijo en el marco del evento organizado por Cippec, IAE-Business School, Red de Acción Política, Universidad de San Martín y Universidad de San Andrés.

Según Acemoglu, “el crecimiento extractivo genera complacencia, porque oculta la necesidad de un cambio institucional que suele ser doloroso para la sociedad”, y ejemplificó con los conflictos que actualmente sacuden a Egipto y Siria.

En diálogo con Infobae, profundizó su teoría y se refirió a la actualidad argentina. Si bien nació en Turquía y hoy vive en Estados Unidos, el país no le resulta ajeno. La fundación de Buenos Aires y la colonización europea ya aparecen en las primeras páginas de su libro, donde refleja cómo se instalaron las instituciones en suelo local.

-Las expropiaciones o nacionalizaciones, como en el caso de YPF, ¿condicionan el derecho a la propiedad que plantea una sociedad “inclusiva”?

Las nacionalizaciones son muy tramposas. Los servicios públicos deben proveer educación y salud, y los Gobiernos tienen un rol importante. Pero en muchos de los otros sectores, lo que el Gobierno necesita hacer lo puede realizar a través de regulaciones. Las nacionalizaciones de empresas conducen a la violación de los derechos de propiedad.

-¿Qué efecto tiene sobre las inversiones?

Crea un sistema de inestabilidad y desalienta las inversiones domésticas y externas. Además, cambia la composición de la inversión, porque cuando el Gobierno está tan involucrado en quién tiene la propiedad sobre qué bienes, las conexiones políticas importan demasiado, y se transforma en una pendiente resbaladiza.


-En el país también se estatizó Aerolíneas Argentinas, y hoy pierde más de u$s 2 millones por día. ¿Cómo afecta al Estado cuando una nacionalización no es exitosa?

No es un caso que conozca mucho, pero cuando los Gobiernos dirigen compañías, generalmente lo hacen con menos eficiencia. Hay casos en que son necesarios, pero en sectores competitivos donde hay muchas otras empresas, no se precisa que un Gobierno administre una empresa. Probablemente cree más problemas debilitando los lazos políticos y económicos.

– Si un Gobierno no le da importancia a las instituciones, ¿eso condiciona a las empresas o ambas partes son responsables?

Cuando a los empresarios les dan los incentivos correctos, pueden ser creativos, con los incentivos erróneos, se vuelven corruptos y hacen las cosas mal. Pero las dos partes son responsables, es como una calle de doble mano. Un Gobierno no corrompe todo. Los hombres de negocio empiezan a pedir favores, el Gobierno confía en las empresas haciéndole favores para permanecer en el poder. Son relaciones muy dañinas.

El economista también advirtió que el peligro de la Argentina es que “puede estardestruyendo las instituciones que quedan”, y “lleva mucho más trabajo construirlas que derribarlas”. Paolo Rocca (Techint), Juan José Aranguren (Shell), Eduardo Elsztain(IRSA) y Gustavo Grobocopatel fueron algunos de los empresarios de primera línea que fueron al Sheraton para escuchar a Acemoglu.

La política no se quedó atrás. Gabriela Michetti, Eduardo Sanz, Hermes Binner y Cristian Breitenstein participaron de la conferencia sobre “Instituciones y Desarrollo”. Pero por momentos, la campaña electoral se coló en el debate y empañó la presencia del escritor con discursos poco innovadores.

Esta teoría sobre las instituciones amplía aún más la discusión sobre las brechas entre naciones. George Akerlof, premio Nobel de Economía (2001), dijo que en dos siglos el libro será tan importante como La riqueza de las naciones de Adam Smith. Y muchos otros economistas festejaron la obra que escribió junto a Robinson.

El magnate Bill Gates no piensa igual. Con duras palabras, el cofundador de Microsoft calificó el análisis de “vago y simplista” en su página The Gates Notes. “Cuando un libro trata de usar una teoría para explicar todo, cae en ejemplos ilógicos”, disparó. Acemoglu incluso se refiere a Gates en el libro, contrastando su forma de hacerse rico con la del mexicano Carlos Slim.

Los autores investigaron durante 15 años y relatan hechos históricos de distintas regiones del mundo que, según ellos, prueba la teoría. Evidente o revelador de acuerdo a quien lo lea, la publicación reaviva el debate sobre las razones de que existan paísesricos y pobres. Y más allá de la cantidad de textos que existen sobre el tema, el debate sobre la desigualdad social no tiene fecha de vencimiento.

Why nations failDaron Acemoglu y James Robinson, Crown Publishers (2012).Por qué fracasan los países es la versión en español editada para Argentina por el Grupo Unión.

 

Fuente: Infobae.com