La escuela que pasará 18 meses en aulas contenedores

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En 2013, demolieron la Atilio Argüello por grietas y hundimientos. Pese a las precarias condiciones, mantiene su matrícula.

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Por Redacción LAVOZ

La Atilio Argüello es la única institución que, según prometió el gobernador José Manuel de la Sota, permanecerá 18 meses con aulas contenedores, en virtud de la demolición del viejo edificio.. Pese a las precarias condiciones, mantiene su matrícula.

Desde afuera, la escuela Atilio Argüello, de barrio Parque República, de la ciudad de Córdoba no parece una escuela. La puerta que da sobre la poceada calle de tierra Llanquelén, a la altura del 5100, es apenas un portón de alambre. Los escombros a los costados no insinúan que atrás se encuentre la “escuelita nueva”, como la llaman los chicos.

La “escuelita nueva” no es otra que la conformada por 11 aulas contenedores o módulos metálicos colocados en forma de “u”, con un patio de piedritas y una carpa blanca en el centro, a modo de techo. Allí, la escuela comienza a asemejarse a una escuela, aunque sin edificio. Hay bullicio, niños que corren y, aunque apretados, también hay pupitres y pizarrones en aulas de 24 metros cuadrados: 2,20 metros de alto, dos de ancho y seis de largo (dos módulos conforman un aula).

La Atilio Argüello es la única institución que, según prometió el gobernador José Manuel de la Sota, permanecerá 18 meses con aulas contenedores, en virtud de la demolición del viejo edificio. Se supone que, aunque las obras no comenzaron, el nuevo establecimiento estaría listo en ese plazo. Los otros 19 establecimientos, con 32 aulas móviles, deberían pasar a la historia en los próximos meses.

Sin comodidades

El ala de aulas móviles parece una escuela de campaña. Más allá, quedaron algunos salones de material en pie: el comedor donde se sirve la comida del Paicor, una sala de computación, otro salón para ver videos y dos aulas que se utilizan para la jornada extendida.

“Los padres están conformes con la enseñanza. No se han ido muchos chicos, algunos se fueron y otros vinieron”, explica la vicedirectora. La matrícula cerró a fines del año pasado en 302 alumnos, de primero a sexto grado. Según la vicedirectora, la cifra representa más o menos el promedio histórico.

En algunos casos hay dos divisiones, en dos turnos, y en otros, una por turno.