Un conjunto de estudios vinculó a estos productos con algunos tipos de cáncer. Oncólogos recomendaron reducir su ingesta “drásticamente”.
Ante la categorización de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de su agencia para el cáncer (Iarc) de las carnes procesadas como cancerígenos, y de las carnes rojas como probables cancerígenos, oncólogos recomendaron disminuir la ingesta de estos productos.
“Las carnes rojas deberían consumirse como máximo dos veces por semana, pero la ingesta de embutidos y chacinados debería reducirse drásticamente, o sea comerlos muy de vez en cuando”, dijo el presidente de la Sociedad de Oncología Clínica de Córdoba, Santiago Bella.
Bella señaló que las carnes rojas contienen ácidos grasos saturados que han sido vinculados al riesgo de sufrir cáncer. “Pero la disminución del consumo de carnes rojas es una recomendación general de salud, porque también tiene impacto sobre otras enfermedades, como las cardiovasculares”, dijo.
El oncólogo también advirtió que el riesgo aumentaría si la cocción es a la parrilla, “ya que esta forma de cocinar la carne que implica carbonización le incorpora otros agentes carcinógenos, ya sea que se use carbón o leña”.