El fundador de Amazon adquirió el diario que destapó el «Watergate» en apenas 250 millones de dólares.
Sorpresa. Esa fue la reacción anoche en el mundo del periodismo estadounidense cuando la compañía The Washington Postanunciaba que vendía la publicación a un gigante de la tecnología e Internet: Jeff Bezos. El fundador y dueño de Amazon protagoniza un giro inesperado para uno de los diarios más prestigiosos de Estados Unidos.
La cabecera que imprimió algunas de las páginas más importantes de la historia del país, como el escándalo Watergate , que forzaría la dimisión del presidente Richard Nixon, no fue inmune sin embargo a la dureza de una crisis económica que ha afectado a todos y cada uno de los periódicos estadounidenses. En este capítulo final, muy lejos de aquellos días de gloria en los que el Post se batía con The New York Times por el último avance en una exclusiva legendaria, la familia Graham, cuyas últimas cuatro generaciones han decidido el futuro del diario, resolvió desprenderse de una publicación en plena crisis de identidad.
La recesión económica aniquiló los ingresos publicitarios del Postcomo de tantos otros diarios. También se alejaron muchos lectores y anunciantes. Y también sufrió el impacto de las nuevas tecnologías y el cambio de mentalidad que exigía la llegada de Internet. Condiciones a las que hoy intentan adaptarse los medios de todo el mundo.
En el caso del Post , había un añadido. Las arcas del diario de la capital dependían, en gran parte, de los ingresos de anunciantes locales, pero su ambición era mantenerse entre las tres cabeceras nacionales: competir con el Times , retar a The Wall Street Journal .
En plena crisis, aterrizó en Washington la web Politico, con una edición impresa cuatro días a la semana. El dinamismo de este pequeño medio empieza a atraer a las grandes firmas del periodismo estadounidense, se adelanta en informaciones marca del Post y seduce a los mismos anunciantes que cortejaba el Post : grandes empresas, lobbies y grupos de influencia que buscan la mirada de los políticos más influyentes del país. El legado de Watergate no sirvió alPost en esta batalla. Tampoco los 47 premios Pulitzer en su haber ni exclusivas más recientes como el destape de condiciones en que malvivían soldados heridos en Irak y Afganistán. La deuda acumulada y problemas de gestión de los Graham hicieron el resto.
El presidente de la compañía reconocía que, pese a la venta del diario, “el mundo de los medios sigue planteando preguntas para las que no tenemos respuesta”. No sabemos si la compra por parte de un empresario es la salvación de The Washington Post.
Es la primera vez que un gigante de la tecnología compra un gran periódico. Veteranos como Jim Brady, encargado de poner en marcha su edición digital en los ’90 y testigo de los problemas de adaptación a los retos del cambio tecnológico, no escondían su asombro. “La última vez que me sentí así fue cuando, como trabajador de AOL supe que la compraba Time Warner”, dijo en Twitter. “Hoy estoy más impactado”.
Neil Irwin, redactor de Wonkblog en la edición digital del Post , reconoce que nadie en la redacción anticipaba un día como el de ayer. “Bezos, con una fortuna personal de 25 mil millones de dólares, se puede permitir ser paciente”, aseguró Irwin sobre la crisis que atraviesan los medios y la falta de respuestas para salir de ella.
Fuente: Diario La Voz del Interior